¿Cómo puedo adaptar mi negocio? Educa a tu cliente

Aprovecha de tu recursos, inicia el cambio y supera con éxito los nuevos retos de esta época

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Dicen que en el mundo digitalizado actual, el tamaño de una empresa no importa.

Cualquiera que lea esta afirmación tendrá diferentes opiniones al respecto.

Depende…

Si nos referimos a la libertad con la que cualquier negocio accede y usa las RRSS o se vale de las mismas, sabemos que hay grandes empresas que con muchos medios consiguen mucho, pero también existen pequeñas empresas con pocos medios consiguen mucho.

En la “carrera digital” el enfoque y la estrategia parecen tener más importancia que una “cuenta de gastos infinita”.

En el Webinar “La asesoría postcovid” a3SIDES y Método consolida analizaron juntos la importancia de establecer estrategias y procesos definidos. La empresa debe compartir la estrategia a su equipo.

La metodología, los procesos y sistemas de información permiten que cualquier miembro del equipo pueda comunicar y trasmitir el valor de la empresa.

Ya se ha demostrado que, con pocos medios, se pueden conseguir grandes éxitos. Lo vemos en películas que empezaron con muy poco presupuesto.

Como la primera película de Rocky de 1976, que con un presupuesto de 950.000 dólares consiguió una recaudación en taquilla de 225.000.000 e inició una saga que sigue siendo muy rentable.

O emprendedores de éxito como Pianno39 que empezó invirtiendo pequeñas cantidades en anuncios en Facebook y en poco tiempo llegó a tener más de un millón de seguidores en esta red social.

¿Será que cuando la necesidad aprieta brotan las ideas?

En la situación actual que ahora llaman la “nueva normalidad” estamos tratando de movernos en un mar revuelto e inestable y todas las empresas están preocupadas por el futuro.

Entonces surge la pregunta: ¿Qué puedo hacer yo ahora para mejorar mi negocio?

O algo más dramático: ¿Qué puedo hacer yo para sobrevivir?

La respuesta es simple, aunque implica una acción:

Cambiar.

Muchas de las pequeñas asesorías y despachos profesionales han establecido ciertas costumbres, cierta cultura empresarial, o en muchos casos, ausencia total de la misma, que les ha dejado en un estado de bloqueo que les impide avanzar hacia adelante.

Estos entornos están liderados generalmente por el empresario, que normalmente es el titular del despacho y cuyo nombre luce en el letrero a pie de calle y una plantilla pequeña de trabajadores fieles y muy entregados que suelen desempeñar múltiples tareas.

Pero el empresario, que está preocupado, que ha acudido a seminarios de formación, que observa a la competencia, que conversa con sus colegas, que es consciente de “los tiempos que corren” y que ya ha superado otras crisis, está realmente preocupado porque sabe que tiene que realizar cambios pero no cree que su cliente esté preparado para ello.

Así formula sus pensamientos:

  • “He tenido que implantar el teletrabajo en tiempo record”
  • “Mis empleados están en sus casas”
  • “Los cambios en la legislación están estresando al personal”
  • “No nos llegan las horas para contestar los requerimientos de nuestros clientes”
  • "¿Cómo le digo yo a mi cliente que no es necesario llamarme a mí personalmente cada vez que tiene una duda?"
  • "¿Cómo puedo dejar que simplemente le atienda otra persona del despacho cuando está acostumbrado a hablarlo todo conmigo?"
  • "¿Cómo le digo a mi cliente que no tiene que enviarme más papeles ni escanear la documentación? ¿Qué puede gestionarlo todo en pocos minutos y con una aplicación en el móvil ?"

Respuesta: educando a tu cliente

Todos recordamos el tiempo en que para comprar un billete de avión ya no podías llamar por teléfono y no te quedaba más remedio que hacerlo por la página web.

Por mucho que te empeñaras en hacerlo de otra forma, la aerolínea acabó “educándote” para que hicieras las cosas a su manera.

Pero no sin motivo, la compañía aérea estaba añadiendo valor a su marca, mejorando los procesos para poder atender a más clientes, implantando una política de precios para aumentar las ventas, un marketing más cercano al usuario para atraer más clientes y una comunicación más clara y transparente.

Ante la pereza del cambio se impone la eficacia.

Cuando un empresario crea una marca, que es él mismo, no está poniéndose solamente la placa en la puerta, está creando el valor diferenciador de su negocio y las personas que trabajan con él son su comunidad de marca, lo que él trasmite a través de su equipo es la identidad de la marca y la comunicación del valor mismo.

Algunos creen que delegar ciertas tareas a otros equivale a una pérdida de identidad, a una despersonalización de la marca.

Sin embargo, sucede todo lo contrario:

Como si de una familia bien educada se tratara, cuando estableces un estándar de comunicación, una cultura de empresa; cuando todos los integrantes de tu equipo son partícipes de la estrategia y del objetivo del negocio lo que obtienes es la identidad de marca y eso aumenta el valor de tu negocio y dice mucho de ti.

Si consigues que tu cliente se sienta cómodo confiando en tu plantilla. Si adecúas los perfiles profesionales y repartes las tareas según la cualificación de tu plantilla, lo que obtienes es, no solo la rentabilidad y el beneficio, sino la imagen de una empresa fuerte, fiable y rentable.

Si tu cliente no sabe, éducale.

¿Quieres ver nuevamente el webinar con Método Consolida?

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